viernes, 14 de enero de 2011

Chocolate amargo.


Leyendo el otro día encontré este fragmento y me puse a pensar. Hay muchas veces que las mujeres nos obsesionamos con la dieta porque  "me sobran tantos kilos".
Pero también es verdad que casi todas hemos sentido lo que encontré en el siguiente fragmento.


Ese era su único problema, el problema de los problemas. La grasa era lo que no le dejaba vivir, esa capa asquerosa y fofa que se interponía entre ella y el mundo, amortiguadora de golpes y capullo en el que cobijarse, mullido cojín y argolla de hierro a la vez. La culpa de todo la tenía la grasa. La grasa significaba tristeza, soledad, rechazo… Significaba la mofa y el desprecio de los demás, el miedo, la vergüenza.
Embutida en la grasa se escondía ella, la única, la verdadera, tal como debería ser: libre de aquel peso fofo y seboso, incorpórea y digna de ser amada.
Aprisionada en la capa de grasa estaba ella, la que no pensaba incesantemente en la comida, ya fuera como alimento o como simple relleno para saciarse, la que no caía tan vergonzosamente y a escondidas, como un ave de rapiña, sobre cualquier cosa comestible para tragársela como si fuera una máquina, una excavadora, arrasando todo a su paso hasta que no quedaba nada.
Encerrada en ese capullo asfixiante vivía la otra “ella”, la que no conocía la avidez ni el masticar por masticar, el incesante atiborrarse, tragar y vomitar.
Pero estaba segura de que, cualquier día, la grasa se derretiría bajo los rayos del sol y de su cuerpo saldría un riachuelo maloliente, repulsivo y seboso que correría hasta perderse en una alcantarilla cualquiera, de forma que, al final, sólo quedaría ella, la otra “ella”, la auténtica, La “ella” feliz

10 comentarios:

  1. Pues yo seré muy rara pero... nunca he pensado esto... Más bien lo contrario: me ha dado escalofríos verme las costillas en el espejo y me he maldecido por no poder comer más, por no conseguir pesar 2 o 3 kilos más con los que por fin dejarían de vérseme las costillas... Suerte que va por temporadas; a veces se me ven y otras veces no :-)

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  2. Realmente cada uno se acompleja con su cuerpo, la que está muy delgada porque está muy delgada, la que está normal porque dice que está gorda
    Y bueno... la que están rellenitas porque están así.
    Nunca nos conformamos con lo que tenemos.

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  3. Sí, desde luego me parece que es eso... Que el caso es no conformarnos con lo que tenemos... Pero creo que la culpa es de la sociedad en la que vivimos que siempre nos está diciendo que debemos estar jóvenes, sin arrugas, bien vestidas y pintaditas y delgaditas pero no demasiado vaya a ser que seamos anoréxicas (y esto último en todo insulto pácticamente).
    Conclusión: yo siempre en chandal o vaqueros, con mis deportivas, mi pelo de aquella manera y sin una gota de maquillaje xD Reivindicando la "belleza natural" jajajaja.

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  4. Jajaja la verdad es que tienes toda la razón.
    A mi edad es muy difícil ser lo que eres, siempre quieres estar más delgada, llevar esos pantalones que son de tal forma y pintarte un poco para salir.
    Nos tendríamos que aceptar como somos y respetarnos, que para eso estamos en el siglo XXI.
    Un beso (:

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  5. A mi edad también es difícil... Ten en cuenta que a la universidad, al menos en mi carrera y mi facultad, todas las chicas iban super pintaditas monísimas de la muerte y claro, yo era "la rara" y la que siempre iba con las pintujas. Y bueno, mi madre cada vez que me ve me dice: "pero hija, cuando vas a vestirte decentemente que así no te va a dar trabajo nadie (y un largo etcétera...)". O si no cuando fui a hacer las prácticas de profesora a un instituto. Entro en la clase de 4º de ESO y oigo "esa es la niña nueva ¿no?". Se me quedó una cara de ¬¬?? Y eso que ahí sí que iba arreglada... Bueno, más que de costumbre :P
    En fin, que sea como sea, la sociedad no nos lo pone nada fácil!

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  6. A mí una de las cosas que más miedo me da es pensar en el futuro, yo quiero dar clases a alumnos de secundaria, y casi todos critican a los profesores y algunos se meten hasta con ellos.
    Pero bueno... muchas veces tinen grandes satisfacciones al comprar que hay alumnos "normales" que se interesan por su asignatura.

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  7. Qué valor :P Yo me veo totalmente incapaz de dar clase en secundaria xD Las prácticas fueron mortíferas!! ¿No te ves más dando clase en la universidad? Creo que es algo más agradecido :P Y si me apuras, puede que hasta más interesante!!
    Un verano estuve dando clase en una academia a gente de todas las edades y bueno, como eran poquitos pues mira, con las chicas me llevaba guay porque claro, ellas 16 o 17 años y yo 21 pues ya ves, genial! :D Pero en una clase donde hay 25 o 30 personas... De "guay" me parece que poquito! Además con los "personajes" que hay por ahí sueltos... Buff, miedito me da de pensarlo!!

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  8. Me da miedo pero, como es lo que quiero, lo conseguiré. O eso espero jajaja (:

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  9. Conseguirlo seguro :) No me cabe la menor duda!! Mi madre es profe de Lengua y está encantada :) Será según la personalidad de cada uno!!

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