lunes, 31 de diciembre de 2012

Adiós al 2012

Hoy, 31 de diciembre de 2012, me dispongo a recordar este largo, extraño y bonito año.
Reconozco que no empecé el año con buen pie, pisaría primero con el pie izquierdo..., por suerte, todo pasó y todo se arregló.
Hubo varias historias en mis días del 2012, algunas, muy buenas; otras, muy malas, por suerte, estas últimas se olvidaron y el dolor producido por ellas, desapareció. Se terminó el curso, acabé con buena media y orgullosa de mis resultados, tenía todo el verano para salir con los que eran mis amigos, pero todo cambió de la noche a la mañana, todo cambió  la noche del siete de julio. Ese día empezó mi historia con José, al principio todo bien, éramos un grupo unido con ganas de vivir nuestros mejores momentos juntos; pero, una semana después, las cosas empezaron a fallar, ya no éramos bien recibidos en el grupo; así que, borrón y cuenta nueva. Al principio no lograba comprenderlo, pero pronto me di cuenta del problema, se veían influidos por alguien nuevo en el grupo... Ahora doy las gracias a esa persona, pues fue la que introdujo a José en el grupo, sin él, no le hubiese conocido.
Finalmente doy las gracias a ese 2012 que me ha enseñado que la típica frase de: "los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano y te sobran dedos" es cierta; doy las gracias a todas las personas que han estado a mi lado y, sobre todo, doy las gracias a mi familia y a José, que ellos no me abandonan.