lunes, 9 de mayo de 2011

Naturaleza

Miro a mi alrededor y puedo contemplar un precioso paisaje inundado por un espléndido sol que me mira y me sonríe.
La voz del viento me canta, al oído, una canción que han compuesto los pájaros para mí.
Las nubes, tan esponjosas como algodones, dibujan palabras en el cielo.
Los árboles mueven sus ramas bailando al compás del viento.
Que sí, que la felicidad está en todas partes, sólo tienes que buscarla y aparecerá.
Sentada en una roca, sola, rodeada de la naturaleza, comprendo que nunca he estado tan acompañada.
La naturaleza me entiende, me acompaña y guarda mis secretos.


1 comentario: