miércoles, 2 de junio de 2010

Una noche...

Aquella noche hacía bastante frío, el cielo estaba cubierto por una inmensa y preciosa capa de estrellas...
Me dijiste que me querías y nos fundimos en uno lenta y apasionadamente.
Lentamente se aproximaba la hora de irnos, era sigilosa, como un lobo en medio de la noche...
Estábamos llegando a nuestro destino, y de pronto una banda surgió del frondoso y oscuro bosque que nos rodeaba. Tú me protegías y yo me sentía segura, cuando lograste despistarlos me dijiste que corriera en busca de ayuda, y así lo hice.
Cuando llegamos a ayudarte era demasiado tarde... te habían dado un navajazo y habías muerto desangrado...
Desde ese día mi corazón no es el mismo, yo te quería y te dejé allí, ¿por qué me dejaste ir?
Quiero que sepas que jamás te olvidaré, que para mí siempre estarás ahí, que te quise, te quiero y te querré.
Y por último tengo que decirte que ahora tienes un hijo, y que no me arrepiento de haberle tenido...

4 comentarios:

  1. Dios...Precioso de verdad, al leerlo me he emocionado y me ha recorrido un escalofrio por todo el cuerpo.
    Sigue con esa maravillosa inspiración Jaja.
    Te quiere, Paula.

    ResponderEliminar
  2. Paula (:
    Gracias, a mí no me acaba de convencer el final pero bueno...
    Un besito, te quiero

    ResponderEliminar
  3. que bonito me ha entrado ganas de llorar tia eres = de tragica que yo xd en estas cosas jaaa

    elisa :)

    ResponderEliminar
  4. Jajajaja
    La verdad es que sí, que soy muy trágica escribiendo.
    Un beso

    ResponderEliminar