Era un fría noche de luna llena... Me dijiste que teníamos que hablar e intentar rehacer nuestra relación, a pesar de no querer volver a verte fui y te vi allí.
Estabas sentado en el frío y húmedo césped. De tus azules y profundos ojos descendían dos cálidas lágrimas... Parecías arrepentido de haberme pegado...
No quería verte porque en mi interior llevaba un hijo tuyo y porque me volverías a maltratar...
Intentaste besarme pero me aparté, no quería seguir alimentando aquella relación en la que sólo sufría yo.
Al darte cuenta de que lo nuestro realmente se había acabado sacaste una pistola de tu bolsillo, pensaba que aquel era mi final. Al verme en aquella complicada situación te dije que estaba embarazada.
Entraste en shock y te pegaste un tiro...
Finalmente decidí contar la historia a mis padres, ellos me ayudaron mucho y me dijeron que era mejor que abortara... Los hice caso, gracias a ellos he tenido adolescencia y ahora me veo con el valor suficiente de contar toda la historia.
Uf qué dura la historia. Se me ha encogido el corazón!!
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